Las empresas que están atravesando una crisis económica o de otra índole, además de tomar decisiones a corto plazo para salir de esa tesitura, deben planificar las acciones de la empresa para conseguir salir permanentemente de esa situación.

Por ello, y para conseguir la viabilidad de la empresa y de forma planificada, PRIMAN le ofrece la posibilidad de ayudarle a definir los planes de su empresa mediante un estudio de viabilidad (eligiendo la alternativa más interesante de las distintas posibles), poniendo los recursos necesarios para ello y definiendo unos objetivos.

Además se ha de definir un sistema de control (cuadro de mando) con el que poder controlar el cumplimiento de los objetivos definidos y ejecutando planes de contingencia en caso de que sea necesario.

Dentro de nuestro plan de viabilidad, identificamos los siguientes procesos a medida de la empresa:

• Reestructuraciones y mejoras operativas: mejoras y ahorros de costes a todos los niveles de la organización y de la cuenta de resultados.
• Diseño e Implantación de Vuelta de Rentabilidad: diseño y planes estratégicos y operacionales que permitan ayudar a dar la vuelta a negocios de escasa rentabilidad.
• Reestructuraciones de Personal: simplificación de estructuras organizativas y análisis de puestos de trabajo redundantes.
• Refinanciaciones y Reestructuraciones Financieras: asistencia en el proceso de negociación con las entidades financieras involucradas y otros terceros interesados en el proceso, así como la estrategia financiera a seguir.
• Directivos UTD: servicio encaminado a que nuestros clientes se puedan centra en el día a día del negocio en los momentos difíciles en el proceso de reestructuración.
• Planificación e Implantación de Estrategias de Salida: en ocasiones, la mejor opción de reestructuración contempla el cierre de unidades de negocio, productivas o de punto de venta.
• Gestión de Tesorería: cuando el modelo de negocio entra en crisis, resulta necesario un control férreo sobre la tesorería, y tratar de reducir al máximo el consumo de capital circulante de la empresa. El objetivo último es conseguir que el negocio se mantenga, mientras se gana tiempo para afrontar un proceso de negociación efectivo con los acreedores.